En nuestra residencia de estudiantes en Sevilla -Universitaria Cartuja-, encontrarás tranquilidad, comodidad y el entorno ideal para estudiar y disfrutar.

Consejos para tu primer año en residencia de estudiantes

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Si este va a ser tu primer año en residencia de estudiantes para estudiar en la universidad, hay algunos consejos que te vendrán bien para acomodarte y sentirte como en casa en el menor tiempo posible.

Vivir en una residencia de estudiantes causa al mismo tiempo miedo y alegría en los corazones de los estudiantes de primer año. Para muchos, esta es la primera vez que viven fuera de casa. Por nuestra experiencia año tras año, podemos decirte que no te agobies ya que aunque al principio te sientas raro/a, te aseguramos que al finalizar el curso sentirás que has ganado una nueva familia, que siempre estará ahí para ti.
No obstante, nunca está de más seguir unos cuantos consejos para que la adaptación sea la mejor posible.

5 Consejos para tu primer año en residencia de estudiantes

Deja tu puerta abierta.
Obviamente es una metáfora y se refiere a momentos en los que no estés durmiendo ni necesites privacidad, sino cuando simplemente estás ordenando, o leyendo… Ten en cuenta que no puedes conocer gente si siempre te escondes en tu habitación. Además, es mucho más fácil mantener una conversación con alguien en tu propio territorio que pelear para ser escuchado en medio de un grupo grande como el que se pueda formar en una sala común.

Tómate tu tiempo para construir amistades.
La universidad no es solo crecimiento educativo. Sí, las calificaciones son importantes, pero la vida social es lo que hará que tu experiencia postsecundaria sea excelente y te ayudará a crecer como persona y a labrar tus habilidades sociales.

Tendrás nostalgia, así que llama a casa a menudo.
Nada te hace apreciar todas las pequeñas cosas que hacen tus padres más que cuando no las tienes. Tus padres también te extrañarán; te quieren más de lo que imaginas y mudarte es para ellos más difícil de lo que piensas. Incluso si es solo un simple mensaje de texto por la mañana para informarles que estás bien, envíalo. Es importante.

Evita compartir en exceso en las redes sociales.
Hoy en día todos las usamos y es lo habitual, pero ten en cuenta que puede sacar lo mejor y lo peor de las personas. No publiques nada que no quieras que vea tu abuela, y no etiquetes a alguien más en una situación comprometedora. Todos están aprendiendo y creciendo y merecen una cierta cantidad de privacidad para hacerlo. Vas a equivocarte, tomarás algunas malas decisiones, te avergonzarás y tu familia y futuros empleadores no necesitan ver eso.

Ser uno mismo.
Algunas personas pueden pensar que mudarse a una residencia es una oportunidad para reinventarse… Es demasiado difícil fingir ser alguien que no eres. ¿Y qué si eras un nerd en la escuela secundaria? ¡Vas a estar rodeado de nerds igualmente impresionantes en la educación superior! La residencia está llena de personas diversas de todo tipo de antecedentes, y todos tienen dos cosas muy grandes en común: todos viven en la residencia y todos son estudiantes. Estas personas se convertirán en su familia, independientemente de sus diferencias. Esas personas quieren conocerte tal como eres.

 

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