Aunque es posible que ya hayas desarrollado tu propio conjunto de técnicas para hacer frente a la ansiedad y el estrés, es importante recordar que experimentar ansiedad y fluctuaciones en el estado de ánimo es muy común entre los estudiantes universitarios, y más complicado aún es lidiar con el estrés durante la cuarentena.
Nuestro mundo a menudo nos dice que la vida debe ser feliz todo el tiempo. Vemos a nuestros amigos publicar fotos bonitas en las redes sociales, y muchas personas exitosas que pueden manejar la cuarentena y tener un estilo de vida saludable y emocionante. Debido a que las redes sociales representan los instantes más destacados de nuestras vidas, es fácil olvidar que todos tienen días buenos y días malos; la vida de nadie es perfecta todo el tiempo.

Algunas emociones, incluida la ansiedad o la infelicidad, generalmente están enmascaradas bajo una sonrisa o una vida ‘aparentemente’ exitosa, y tratamos esto como si fuera una faceta normal de la experiencia humana. Pero, ¿y si, la próxima vez que alguien te pregunte, ‘¿Cómo estás?’, te tomas 3 segundos para pensarlo realmente. ¿Qué pasa si, en lugar de participar en la felicidad performativa, respondes con sinceridad? Esto abre una oportunidad para que reconozcas que podrías estar luchando un poco hoy o que sientes ansiedad y además ello presenta una oportunidad para que la otra persona te ayude. ¡Esto puede ser especialmente beneficioso si estás hablando con un amigo o alguien en quien confías!

Si sientes ansiedad, no pienses en tu próxima tarea o examen, no pienses en los demás o sus expectativas sobre ti, solo concéntrate en ti, tu cuerpo, tu respiración y el lugar donde estás. Esto puede ser útil porque te da un momento de atención plena para abordar los elementos que causan tu estrés específico.

Para promover la efectividad de este ejercicio, también es positivo que intentes escribir las tres cosas que te causan estrés y ansiedad. Incluso si sientes que son tonterías, si es importante para ti, ¡es importante! Entonces, comienza por escribirlo. Puede usar una lista de puntos y luego asignar a cada uno de estos un peso: ¿En una escala de 1-10, como me hacen sentir estas tres cosas? Luego puedes contrastar esto con una segunda lista y anotar las 3 cosas que te hacen feliz en este momento y calificarlas también del 1 al 10, de acuerdo con una escala personal de ‘¿qué tan feliz me hacen estas cosas?’ Una vez que haya hecho esto, puedes conectar los puntos, uniendo una fuente de ansiedad con una fuente de felicidad. Si la relación de felicidad a ansiedad es similar, o, idealmente, ¡incluso mayor! – puedes identificar un mecanismo de afrontamiento que te ayudará a equilibrar tu estrés con una fuerza positiva.

Consejos simples para lidiar con el estrés durante la cuarentena

¡Respirar!

Respirar a un ritmo lento (posiblemente después de ejercicios de respiración diafragmática) nos ayuda a relajarnos, liberar tensiones en nuestros músculos, disminuir nuestro ritmo cardíaco y sentirnos mejor.

¡Positividad!

Intentemos a veces apagar los canales de noticias tradicionales por un momento y leer algunas noticias positivas. Todos tenemos nuestras propias formas de desconectar y encontrar la felicidad, ¡así que piensa en lo que te hace sentir bien y ve a hacer esas cosas!

¡Ejercicio!

Existen diferentes recursos online que pueden ayudarnos a apoyar nuestra salud y bienestar, incluidos muchos videos de YouTube sobre el ejercicio en casa.

¡Sigue tu estado de ánimo!

A veces, cuando nos perdemos en nuestras propias cabezas, es fácil olvidar cómo ser felices o sentir que hemos perdido el rumbo. Pero estos son exactamente los momentos en los que es vital recordarnos que hemos sido felices antes y que volveremos allí, incluso si no podemos manejarlo en este momento. Es por eso que sugeriría mantener un diario en el que se pueda realizar un seguimiento de los días buenos, promedio  y malos, destacando lo que te hizo feliz, triste o ansioso en ese día específico. Mantener un registro de nuestros estados de ánimo y los estímulos vinculados a ellos nos ayudará a redescubrir algo que nos ha hecho felices antes y, a su vez, podría ayudarnos a recrear ese sentimiento.

Y por último, pero no menos importante, ¡recuerda siempre comunicarte con un amigo, miembro de la familia o tutor para obtener ayuda! La gente puede sorprenderte con su disposición a ayudar.