Cuando tu día esté lleno de clases, tareas, estudios, actividades lúdicas y tal vez un trabajo, no tendrás tiempo de dedicarte a llevar una correcta supervivencia estudiantil y por tanto una alimentación saludable. Esta es una de las cosas que debería estar en la lista de prioridades una vez instalado en la universidad, pues esto tiene muchos beneficios.

Comer regularmente y elegir alimentos saludables y nutritivos significa tener más energía mental y física, sentirse bien consigo mismo y disfrutar de una mejor salud. Desde residencia Cartuja en Sevilla recopilamos los conceptos básicos para conseguirlo.

Desayuno: ¡No salgas de casa o la resi sin él!

Si te saltas el desayuno porque no tienes tiempo o no tienes hambre, que sepas que te has perdido la comida más importante del día. Si bien es tentador dormir diez minutos más, no desayunar te costará un cansancio considerable el resto del día. Los estudios demuestran que las personas que no desayunan tienen una concentración más pobre y más fatiga. Comer después de una hora tras de despertarse activa el metabolismo y proporciona el combustible que se necesita para pasar una mañana enérgica.

¿No tienes tiempo? ¡no hay excusa!: ideas para desayunos de 10 minutos

• Cereales frío, leche, frutos secos.
• Yogurt
• Una manzana
• Tostadas integrales, queso cheddar, zumo de naranja
• Avena instantánea con pasas, almendras
• Bagel integral, mantequilla, plátano
• Barra de salvado, leche con chocolate, uvas
• Sandwich

OK, ya has desayunado, ¿y ahora qué?

Incluso si no puedes comer a la misma hora todos los días, asegúrate de desayunar, almorzar, comer, merendar y cenar. Comer regularmente mantiene tus niveles de azúcar en la sangre estables y evita que tengas hambre y te llenes de alimentos menos saludables. Para la correcta supervivencia estudiantil y una alimentación saludable lleva bocadillos en la mochila mientras estás en la universidad.

Ideas de refrigerios para llevar en la mochila

• Queso
• Yogur
• Sándwich
• Zumo
• Botella de agua recargable

¿Qué hace una buena comida o merienda?

Planifica tus comidas con verduras, frutas y alimentos saludables: carbohidratos nutritivos que contienen energía, vitaminas, minerales, fibra y fitoquímicos llenos de energía que mejoran y protegen tu salud. Agrega alimentos ricos en proteínas y hierro: carne magra, pescado, pollo, huevos, nueces, semillas, tofu y frijoles. La leche, el yogurt, el queso y las bebidas de fortificadas aportan proteínas y calcio para la formación de huesos.

Piensa en el equilibrio …

Una dieta equilibrada combina carbohidratos, proteínas y un poco de grasa y no solo proporciona los nutrientes que necesitas para mantenerte saludable, sino que también ayuda a mantener tus niveles de energía altos. El término equilibrio también significa complementar una comida o merienda menos saludable con opciones nutritivas el resto del día. Si por lo general comes muchas frutas y verduras y alimentos y productos lácteos ricos en proteínas con bajo contenido de grasa, ¿por qué no disfrutar de una barra de chocolate o un par de galletas? Anímate y disfruta de tus golosinas favoritas, ¡solo mira cuánto y con qué frecuencia!

Incluya grasas saludables

Si las hamburguesas, patatas fritas y los alimentos fritos en general son alimentos básicos en tu dieta, elige estos alimentos con menos frecuencia. Come alimentos a la parrilla, al horno, al vapor y usa pequeñas cantidades de grasas saludables que se encuentran en los aceites, margarina, salmón y otros pescados, etc.

¡Lo que bebes también cuenta!

Todos necesitamos líquidos, pero beber demasiados cafés o incluso demasiado zumo de fruta puede ayudarte a acumular unos kilos de más. El alcohol también contiene muchas calorías y el consumo excesivo puede provocar otros problemas. ¡El agua siempre es una excelente opción y es gratis! Lleva una botella recargable contigo y apunta al menos 2 litros todos los días.

Una alimentación saludable no ocurre sóla

La supervivencia estudiantil y una alimentación saludable no va a ocurrir solo, tienes que esforzarte. Los viejos hábitos son más fáciles de romper cuando haces pequeños cambios graduales. Si tu dieta es baja en verduras, comienza agregando 1 porción al día. Si ha estado omitiendo comidas, reorganiza tu horario. Si sales a cenar, trata de elegir comidas más saludables, como ensaladas, comidas a la parrilla, etc. Ten en cuenta también que las porciones de los restaurantes son a menudo enormes, así que comparte tu comida o llévate las sobras a casa para el almuerzo del día siguiente.

Cambiar tu forma de comer requiere de esfuerzo, ¡pero vale la pena!

De entre los servicios de nuestro alojamiento destacamos el servicio de comedor y comida casera todos los días. 🙂

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